miércoles, 9 de septiembre de 2015

ARRANCANDO EL CURSO

Lunes 7, Primer día: Ataque de pánico. Nudo enla garganta. Me presento al equipo directivo. Me llaman la atención las fotos de siete vírgenes que hay en conserjería y el retrato del rey que hay en jefatura. Dejo mis datos al chico de administración, al que entiendo un 25% de lo que me dice y me conducen a la sala de profes. Todos los que están allí se presentan pero la mayoría siguen con sus tareas. No hay visita guiada y yo ya no soy la guía, así que me revuelvo un poco. La sala de profesores es mediana, cuatro ordenadores y unos cuantos casilleros. Decido irme a investigar por mi cuenta y me pego al jefe de Historia,que le está enseñando el insti a uno de los cuatro nuevos que hay en el centro. Me conducen a mi aula, (phew, siento cierto alivio al conservar algún privilegio); no es rosa, ni tiene frases en la pared, pero la pizarra está decorada, es más grande, tiene ordenador, impresora, cañón y altavoces potentes. Desde la ventana se ve un campo amarillo con olivos al fondo y caballos alrededor; no es el monte, pero es rural, que al fin y al cabo es a lo que estoy acostumbrada y respiro aliviada. Me quedo un rato y me voy al hotel. Aún hay que buscar casa.


Martes 8, Segundo día: no estoy como loca por llegar al instituto, pero cojo mi lar,mis playmobiles romanos, mi calendario romano y mi taza de Ellwangen para colocarlos en mi aula nueva y sentirme como en casa. Unos apuntes y a concienciarme de que el curso arranca. Cuál es mi sorpresa que vienen tres niñas a reclamar los exámenes de septiembre que yo no les he hecho. Me los leo, les explico sus fallos y aprovecho para hablar de lo que han hecho el año pasado. Entiendo más o menos el 50 % de lo que dicen. Voy mejorando. Ehtoh doh díah he aprendío que loh niñoh no son mu malahe, pero que tienen el torrente mu alto. "¿El torrente qué? Me lo puedes repetir?" " Sí,sí, el torrente, que lo tenemoh mu arto." "AAAAh, ¿te refieres a la voz?" "Claaaaaro maehtra." Decido que ya he aprendido bastante y vuelvo al hotel.

Miércoles 9, Tercer día: Hora prevista para el claustro: 9:00 a.m. Madrugón. Llego al gallinero puntual. El claustro no se hace en uve, sino en filas con el equipo directivo mirando hacia los profesores, que no llega hasta las 9:15 a.m. Cuando llegan nos dicen que vayamos fuera, que hay que hacer la foto oficial. ¡Qué sueño! Entre gracia y gracia, tras un par de intentos hacemos la foto buena y volvemos al aula. Parece que ya empieza. Nos lanzan información hasta las 10:15 y nos dicen que nos repartamos las horas y que volvamos a  las 12:00. Pof vale. Descubro que a excepción del número de alumnos y del aula, con mi horario no voy a ser tan privilegiada. De las 15 horas de tiza con las 5 horas de jefatura que tenía el  año pasado paso a tener 21 horas de tiza, entre las cuales hay dos Alternativas a la Religión y a no tener horas de jefatura; me dejan caer que en este instituto se hace así desde hace diez años porque falta personal y que no puedo protestar porque me podrían quitar el griego porque hay pocos alumnos y no lo hacen.Así que decido que vamos a llevarnos bien. Bajo al claustro, entrego mis preferencias horarias, terminamos con ruegos y preguntas y vamos a tomarnos la tapa de bienvenida en la cafetería del instituto: cervecitas, tortilla y jamón recién cortado a cuchillo por Manolo, el que la lleva. Empiezo a creer que er torrente no zolo eh arto entre loh alumnoh, loh maehtroh también lo tienen mu aaaarto!"

En general creo que se va a trabajar más en Andalucía,algunas cosas como horarios son un poco desorganizadas, pero también tienen algunas figuras para organizar eventos que nosotros no tenemos,y que a lo mejor son de utilidad:coordinador de coeducación, de área sociolinguística, de área cientifíco técnica y algunas más. Ah! Creo que por fin me voy a librar de ser secretaria de la CCP, aquí solo van los coordinadores de área y no los jefes de departamento, así que una cosa menos. Aprovechando el tirón he preguntado por el intercambio que tienen, a ver si cuela y me puedo meter, a falta de extraescolares...

En fin, un día más y cada vez más metida en el curso, vuelta al hotel, 20 minutos de radio portuguesa (mi nueva radio favorita) y a seguir buscando casa.

martes, 8 de septiembre de 2015

CHOQUE CULTURAL


Tras una llegada un tanto movida hemos aprovechado el finde para conocer un poco la ciudad.


La primera impresión corrobora lo que nos habían comentado. HUELVA ES FEA, sí. Comparada con su vecina Sevilla no tiene nada que hacer, pero tiene cierto encanto, restos arqueológicos, historia, bonitas puestas de sol..además es práctica, se llega andando a todas partes y tiene más o menos de todo. Menos gente. Le falta la gente, y es que todo onubense que se precie abandona la capital durante el verano y se va a Punta Umbría (a nada menos que 15km) o a cualquier punto de la costa, así que estos primeros días del mes las calles están bastante vacías.




El sábado encontramos nuestro plan: ¿para qué buscar casa si puedes visitar el mercado? Huelva no tendrá monumentos, pero su gastronomía es digna de erigirle uno. Ya nos volvimos locos con el jamón y las gambas, y no fueron para menos los atunes, peces espada y rapes que vimos a buen precio. La visita al menos nos sirvió para fijar la zona donde queremos vivir: cerca del mercado. Este año toca comer bien.



El domingo, sin embargo, lo dedicamos a buscar casas por internet, pero como parecía que los onubenses seguían en la playa hicimos lo propio y nos fuimos al ronqueo del atún en Isla Cristina y a la playa. Que no parezca que no nos adaptamos.

El choque cultural de la gastronomía lo llevo bien..quizá haya otras cosas que creo que me van a costar un poco y a las que Gus ya está adaptado..y es que estoy empeñada en salir a las ocho de la tarde cuando aún no hay gente en los bares, que se empiezan a llenar a las 22:00 (debe de haber gente que no se va a la playa), cuando en el norte esa era la hora de vuelta a casa. Me cuesta entender la estatua de una virgen con sus costaleros en pleno centro, en lugar de un Felipe II como en Valladolid o una cabra como en Candeleda..y me cuesta pagar por aparcar en cualquier rincón de la ciudad, que ni en Bilbao he sufrido tanto con el aparcamiento; zona amarilla, azul, verde, naranja..nos pasamos el día pagando como monos, en fin. Poco a poco. Habrá que cambiar el chip.





lunes, 7 de septiembre de 2015

RECUERDOS DE INVERNALIA


4 de septiembre de 2015. Me enfundo pantalón corto, camiseta y zapatillas. Lleno el maletero. Doce de la mañana. Un viaje largo me espera. Bienvenidos al Sur.

Primera parada: 14:30. Hervás, Extremadura. Los camareros ya desbordan alegría y me planto con mi carácter castellano, si cabe melancólico tras apenas unas horas de haber abandonado entre lágrimas Invernalia, como así bauticé a Medina hace ya tres años.  De norte a sur. De la tierra de las nubes plomizas al paraíso del sol. De la montaña a la playa. Del invierno al verano. La carretera es diferente, aburrida, no hay curvas, ni desfiladeros, ni iglesias románicas. Predomina el amarillo, no hay pueblos intermedios, la tierra está seca.
No hace ni veinticuatro horas que he salido y me doy cuenta de todo lo que voy a echar en falta las Merindades:  las montañas, las rutas, el verde, los paseos y los baños en el río y sus crecidas, las nieves, los amaneceres desde la ventana, las tardes de zuritos, las mañanas de vermouth..

Segunda parada: 17:00 Monesterio, Sevilla. Área de servicio de masas. No hay más que gente. El pelo de las féminas se alarga, los decibelios suben y las conversaciones se tornan difíciles de discernir. Empiezo a pensar que Huelva está infinitamente lejos. Los kilómetros por hora se elevan casi a la misma velocidad que los grados centígrados: 18, 19, 20, 21….27 y 28.
Antes de imaginarme entrando en el nuevo instituto con peineta y traje de lunares me viene a la cabeza el Castella Vetula. Tres años allí han conseguido que me enganche a mis compañeros, a los fijos y a los móviles, a mis alumnos, al centro, a mi aula. Tres años de aprendizaje y tres años que me acompañan en la carretera.


Llegada a destino: tras sufrir el tráfico de Sevilla pienso que no estoy preparada para viajar escuchando Radio Flamenca, Radio Olé o Radio Compás.  Irremediablemente me vienen a la cabeza Radio Nervión, Radio Gaztea y Radio Espinosa Merindades. Sigo mi camino y consigo entrar después de ocho horas a Huelva, veo mi hotel, y cuando creo que ya puedo bajar del coche me adentro sin querer en el centro de Huelva, mi gps no funciona y empiezo a desesperar. Tras cuarenta minutos llego a la meta y expulso cuarenta lágrimas tras la tensión acumulada, que solo consiguen mitigar las gambas y el jamón de la cena. Mañana será otro día.